El periodista, caricaturista y diagramador gráfico Guillermo Salcedo Castañeda, quien firmaba sus viñetas con el seudónimo de ‘Guillotín’, falleció la madrugada de este jueves 22 de diciembre en Miami, Estados Unidos, donde residía desde hacía unos 30 años.

La información la entregaron familiares y amigos de Salcedo, residentes en la ciudad norteamericana.

Junto con sus hermanos Rafael Salcedo Castañeda y Lola Salcedo Castañeda, ambos también fallecidos, conformaban una familia de periodistas muy destacados y conocidos en Barranquilla.

Tenía 77 años, era oriundo de Ciénaga, Magdalena, pero desde muy joven sus padres se trasladaron a Barranquilla donde fijaron residencia.

‘Guillotín’, como casi todo el mundo lo llamaba, se caracterizaba por el sentido crítico y punzante, que le ponía a sus caricaturas, cuya temática por lo general giraban en torno a la política local, nacional e internacional.

Las ilustraciones tenían el nombre de ‘Mundo Rosa, por Guillotín’.

Se desempeñó por muchos años como caricaturista de cabecera del periódico El Heraldo, del que se desvinculó en 1986 para hacer parte del desaparecido Diario del Caribe, que recién había adquirido la familia Santos-Calderón, propietaria de El Tiempo, y con el que trataron de incursionar en la Costa con un periódico propio, diferente al tradicional matutino de la capital.

Salcedo Castañeda hizo parte de esa avanzada de periodistas costeños contratados para esa misión.

También firmaba una columna de comentarios políticos que solía llamar ‘Arsénico y encaje’.

En El Heraldo contó con el aval del entonces director, Juan B. Fernández Renowitzky, para crear una separata dominical de seis páginas tamaño universal, que llamó ‘Panorama’.

Era una sección de crónicas y reportajes a la que ‘Guillotín’ le brindaba bastante espacio a la parte gráfica, con fotografías destacadas y un buen derroche de imaginación en la parte de diagramación, de la que también se encargaba en su condición de editor de la sección.

Escribir en ‘Panorama’ era materia de orgullo para los periodistas del periódico, dada la trascendencia que adquirió la sección.

De caminar presuroso, siempre bien vestido, llegaba a El Heraldo temprano en la mañana, se armaba de varias tazas de café, que combinaba con cigarrillos, y se sumergía a la elaboración de la caricatura del día, que tenía list a más tardar a las 11 de la mañana, para publicar en la página editorial.

Dueño de una gran cultura, ‘Guillotín’ era un ameno conservador y se destacaba por su gran sentido del humor, que compartía con los miembros de la redacción en amenas tertulias.

Alcanzó a editar un libro con sus mejores caricaturas publicadas en El Heraldo, y otras que mantenía inéditas.

Era común que en sus caricaturas utilizara la frase, ‘Proceloso líder’, cuando se dirigía a cuestionar la acción de algún político.

Paz en la tumba de un grande del periodismo costeño, Guillermo Salcedo Castañeda, el inolvidable ‘Guillotín’.